Caracas, Venezuela.–Como hoy, también era viernes. Enero dormía su madrugada 21, y entre las luces tenues de Puerto Cabello, Carabobo, por primera vez tocaba tierra venezolana el viajero. Horas después, en la tarde, la nave que 12 días antes había zarpado de Nueva York, lo vio descender en La Guaira, montar sobre una carreta de bueyes, y perderse loma arriba, entre arboledas y farallones.