La virulenta respuesta del gobierno estadounidense a su fracasada intentona de desestabilizar a Cuba el 15 de noviembre último, se acaba de expresar en nuevas restricciones dictadas contra nueve funcionarios cubanos para impedirles visitar al país vecino, aunque no identifica quien son.
A través de su cuenta de Twitter, el secretario de Estado, Antony Blinken, informó la arbitraria decisión mediante una nota del Departamento de Estado que sólo indica que entre los sancionados aparecen altos oficiales de las FAR y el MININT.
Según la administración del presidente Joe Biden, las nuevas acciones agresivas pretenden penalizar “a quienes socavan la capacidad del pueblo cubano de mejorar sus condiciones políticas, económicas y de seguridad”. Y añade que intentan «apoyar el llamado del pueblo cubano a mayores libertades y rendición de cuentas».
En su propio texto, el Departamento de Estados de EE.UU. revela la ignorancia con la que interpreta los asuntos cubanos, pues no se ha enterado de que, en Cuba, en estos momentos, está sucediendo un proceso democrático de rendición de cuentas de los delegados del Poder Popular a sus electores.
El canciller cubano Bruno Rodríguez respondió en su cuenta de Twitter: EEUU persiste en error de suponer que nuestro gob. le permitiría provocar la desestabilización social en #Cuba. Es un derecho y un deber salvaguardar las prerrogativas soberanas y rechazar la injerencia extranjera. Las medidas hostiles anunciadas hoy no alteran esa determinación.
(RPB)
