El ministro de Exteriores de China, Qin Gang, sostuvo este miércoles una conversación telefónica con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, según un comunicado de la Cancillería del país asiático.

El documento señala que “Qin Gang destacó que desde el inicio del año las relaciones chino-estadounidenses han afrontado nuevas dificultades y desafíos, y la responsabilidad es clara”.

“China siempre ha visto y ha manejado las relaciones entre China y EE.UU. de conformidad con los principios del respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación con beneficio mutuo propuestos por el presidente Xi Jinping”, reza el comunicado difundido por Pekín.

Además, el canciller chino explicó su “posición solemne” sobre las preocupaciones cruciales para Pekín, como la cuestión de Taiwán.

Subrayó también que Washington tiene que “dejar de interferir en los asuntos internos de China y dejar de socavar la soberanía, seguridad e intereses de desarrollo de China con el pretexto de la competencia”.

Asimismo, Qin expresó su esperanza de que EE.UU. trabaje con China para gestionar las diferencias eficazmente, promover intercambios y cooperación y hacer que las relaciones bilaterales se estabilicen y vuelvan al camino del desarrollo sano y estable.

Entre tanto, Blinken destacó la “importancia de mantener abiertas líneas de comunicación” entre Pekín y Washington para “evitar error de cálculo y conflicto”, comentó el mismo día el vocero del Departamento del Estado, Matthew Miller, citado por la CNN.

Añadió que el secretario abordó también una gama de cuestiones bilaterales y multilaterales.

Blinken dejó claro que “EE.UU. seguirá usando los contactos diplomáticos para plantear las esferas de preocupación, así como los ámbitos de cooperación potencial”.

La conversación telefónica entre Qin Gang y Blinken tiene lugar luego de la publicación por el diario estadounidese The Wall Street Journal (WSJ) de un artículo que refiere el supuesto acuerdo entre los gobiernos de China y Cuba para el establecimiento en la isla caribeña de una base militar china, con propósitos de espionaje, lo cual ha sido categóricamente desmentido por Pekín y La Habana.

(Con información de Xinhua)