Quizás a simple vista Pittsburgh, una de las urbes estadounidenses más industrializadas, y Matanzas, agrícola y culta, en una pequeña Isla del Caribe, no posean mucho en común. No obstante, aparte de que ambas son reconocidas con el seudónimo de Ciudad de los Puentes, en ellas existen personas con la voluntad de no permitir que los obstáculos políticos y geográficos se interpongan entre la camaradería que deben primar entre los pueblos.

Con este objetivo loable, este lunes 23 de octubre llegó a la Ciudad de los Puentes, la de aquí, la de poetas tropicales y la cuna de la rumba, una delegación de la otra, la de allá, la del acero y las fundiciones, como parte del grupo Pittsburgh Matanzas, ciudades hermanas.

El Dr. Deno DeCiantis, presidente de dicha organización, recalcó la historia de las relaciones de amistad entre los dos lugares, que se remonta hace años atrás.

Expresó que algunos de los visitantes, como él, estaban complacidos, porque se sentían como si volvieran al hogar y también porque aquellos que nunca habían hecho estancia aquí, comenzaban nuevos vínculos y experiencias. «Estábamos ansiosos por regresar con nuestra familia matancera», confesó. 

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Realmente constituye de una cuestión de familia, porque de a poco el Dr. DeCiantis ha involucrado a parte de la suya propia, su mujer y su hija, miembros de la delegación y porque como él declaró, hay personas aquí que después de tantos años de vínculos pueden considerarlos, quizás no unidos por la sangre, sino por el espíritu y a veces eso cuenta tanto como la biológica e incluso más.

Vicky Jones, directora de la comunidad Sankofa y que trabaja en diferentes proyectos sociales para ayudar a los afroamericanos en su pueblo natal, mostró interés en recorrer el Museo del Esclavo Rebelde, en Triunvirato, sitio que no puede faltar en cada uno de sus viajes, por las semejanzas de las luchas contra la esclavitud y el racismo subyacente en ambos países.

Tanto esta institución cultural, como otras sociales y políticas, forman parte de un programa de actividades planificadas para la semana que permanecerán en territorio yumurino.

Vale reconocer en este conjunto de amigos la presencia de Lisa Valenti, activista por la solidaridad con Cuba durante décadas, y quien acompañó en disímiles ocasiones al reverendo Lucius Walker en su iniciativa Pastores por la Paz.

Las dos ciudades de los puentes, la de aquí y la de allá, continuarán estrechando sus lazos, porque no importa cuántos muros estén o se alcen nuevos, siempre habrá hombres con la energía y el amor suficiente para no permitir que los detengan.