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Desde el polo turístico de Varadero, en la costa norte, hasta la sureña Ciénaga de Zapata, mayor humedal del Caribe insular, en la provincia de Matanzas se hacen sentir los efectos del cambio climático pero también las acciones para adaptarse y mitigar los impactos de ese fenómeno de escala planetaria.
Cada región procura, a partir de iniciativas a su medida, cumplir con el Plan de Estado cubano Tarea Vida para hacer frente a una realidad que, hasta hace unos años, parecía ciencia ficción, pero hoy resulta muy real en el ascenso de las temperaturas y un desplazamiento de las estaciones.
Matanzas, plaza fuerte del turismo en Cuba, también se posiciona a la vanguardia de las acciones para asegurar a largo plazo la vitalidad de ese sector pese a la variabilidad del clima, una prueba de ello es el creciente número de instalaciones con aval ambiental del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).
Aportes como el de una decena de hoteles en el balneario de Varadero, que sobresalen en materia de ahorro y eficiencia a partir de la implementación de Sistemas de Gestión de Energía, contribuyen a la preservación del entorno y al mismo tiempo generan un impacto económico positivo.
Son varias las experiencias, y entre los hoteles que resaltan también por sus prácticas amigables con la naturaleza está el Hotel Iberostar Selection Varadero, con una sólida política en favor de eliminar los plásticos de un solo uso, al emplear absorbentes biodegradables, reciclar toda la materia prima, y embotellar su propia agua en recipientes de cristal.