Todos, en algún momento de nuestras vidas hemos ido hasta el mar, ya sea por la playa, el Malecón o simplemente en busca de paz, del ruido de las olas que tanto nos relajan, del azul, de su olor a sal que la brisa luego te impregna en la piel.
Lo que más me atrae del mar es su misterio, el poder que tiene de sanarlo todo por dentro y por fuera, la conexión que siento cuando estoy cerca de él es mágica; llegando a ser sin dudas mi lugar favorito.