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Crear para ayudar: El ensamblaje perfecto

18 mayo, 2020 Anet Martínez Suárez 0 comentarios Acaa, cárdenas, covid-19, fondo cubano de bienes culturales, Máscaras protectoras, pandemia, Salud Pública

Crear para ayudar: El ensamblaje perfecto Los jóvenes artesanos Eyurán y Carlos Alberto, del Grupo de Creación Artística Vigía, dedican buena parte de su tiempo a confeccionar máscaras protectoras para los trabajadores de la Salud en Cárdenas.

Justo en el garaje de un edificio se encuentra el taller del artesano cardenense Eyurán. A simple vista parece que todo se mantiene igual, los objetos habituales ambientan el interior del lugar y le aportan una marcada apariencia rústica, sin embargo las piezas sobre la mesa indican que ha cambiado el trabajo manual. Ahora nuevas herramientas y un montón de tiras blancas se apoderan de la mesa de trabajo para volver realidad el ingenio de los creadores.

Crear para ayudar: El ensamblaje perfecto Carlos Alberto Rodríguez Delgado (a la izquierda de la foto) y Eyurán Orlando Pagés Martínez (a la derecha de la foto).

Eyurán junto a Carlos Alberto realizan movimientos precisos con la agilidad que han ganado de la práctica constante. Uno primero marca y poncha las tiras, que pasan de una mano a la otra hasta cortarlas y procesarlas en la lijadora. Después unen las partes y las ensamblan, ponen las pegatinas, corrigen cualquier error y limpian.

Ya el producto final está listo… lo colocan en una caja, esa es la mejor parte de todo el proceso. Al fin pueden ver las máscaras protectoras terminadas para entregarlas al personal de la salud que presta servicios médicos en Cárdenas, en medio de una pandemia. Así el garaje de un simple edificio se convierte en taller y el taller en un centro de producción en serie que resguarda las vidas de quienes se arriesgan todos los días por la salud del pueblo.

DIFERENTES MATERIALES, UN MISMO FIN

Cuando algunos trabajadores por cuenta propia de la localidad comenzaron a fabricar medios de protección destinados a médicos y enfermeros que libran la batalla contra la Covid-19, Lázaro Mauricio González Artiles, director del Proyecto de Creación Artística Vigía, del Fondo Cubano de Bienes Culturales, enseguida se contagió con la iniciativa y animó a sus trabajadores a sumarse.

Esta es una de las tantas veces que el grupo de artesanos, encargado de acometer obras de construcción, mantenimiento y decoración, apoya sin ningún tipo de reparos a la Salud Pública. Precisamente la creación del parque terapéutico infantil años atrás dice de su lealtad al bienestar de la ciudad y su gente.

“Frente a la Covid-19 primero ayudamos a otros emprendedores que confeccionaban caretas, sobre todo con pegamentos, elásticos y otros materiales”, comenta Mauricio, quien refiere que al notar que la escasez de este tipo de recursos frenaba la producción ganaron en la idea de crear caretas sin estos elementos.

“Tomamos el modelo de las fabricadas por un joven cuentapropista y creamos un diseño propio. Las nuestras tienen otra solución: utilizamos la mica y recortes de lamas de falso techo, que son residuos de trabajos anteriores, este material tiene alta durabilidad, no necesita elástico porque se adapta a cualquier medida y es muy fácil de limpiar. Además creamos las pegatinas con el logo que nos identifica”, explica el también presidente de la Casa Sede de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA) de Cárdenas.

En respuesta al llamado Eyurán Orlando Pagés Martínez, responsable de brigada en obras de mantenimiento y Carlos Alberto Rodríguez Delgado, encargado de trabajos de decoración y bricolaje, detuvieron por un momento sus proyectos y pasaron dos días en el taller para fabricar las herramientas de trabajo y confeccionar las máscaras ideadas que hoy reproducen de forma seriada.

Crear para ayudar: El ensamblaje perfecto El equipo puso todo su ingenio y ganas de hacer a fin de crear un diseño propio que permita emplear determinados materiales que tienen a la mano, ante la carencia de otros, y a su vez aporte seguridad al personal sanitario.

Dadas las actuales circunstancias cada esfuerzo cuenta, eso lo reconocen ambos jóvenes artesanos, apasionados de la innovación y dispuestos a trasformar para bien lo cotidiano, incluso ante la presencia del nuevo coronavirus que amenaza con apagar cualquier costumbre o un sencillo gesto humano.

EL MAKING OF DE LAS MÁSCARAS…

Aprovechan el tiempo al máximo desde bien temprano y ponen varios trucos en práctica, solo así pueden hacer los medios de protección para el personal de la Salud con la calidad que requieren y a su vez lidiar con sus responsabilidades en el hogar como estar al lado de la familia y buscar los productos necesarios en la casa, incluso muchas veces en las agitadas colas del barrio.

Crear para ayudar: El ensamblaje perfectoRecientemente donaron un centenar de máscaras protectoras al Hospital Territorial Julio Aristegui Villamil y entregarán de forma gradual otras 100 al Centro de Neurodesarrollo y los policlínicos de cada área de Salud.

De sus manos han salido un centenar de máscaras, donadas recientemente al Hospital General Docente Julio Aristegui Villamil y ya confeccionan otras 100 para el personal del Centro de Neurodesarrollo de Cárdenas y los diferentes policlínicos.

“Confeccionamos una cizalla para cortar los elementos de manera más eficaz y rápida, también una ponchadora con la cual hacemos los agujeros por donde pasan las cintas de ajuste y se fijan el resto de los elementos, esta última perfora un aproximado de 400 agujeros en 40 minutos, dependiendo de la práctica de quien la use.

“Por lo general cada uno se especializa en una función diferente. Mira… yo replanteo y poncho. Carlitos siempre usa la cortadora. Esas actividades repetidas durante un periodo de tiempo por una misma persona permiten agilizar el proceso”, cuenta Eyurán.

Crear para ayudar: El ensamblaje perfectoLa máscara está compuesta por una mica, lámina protectora, mientras el resto de las piezas son recortes de lamas de falso techo, una solución más duradera que no requiere pegamento ni elástico, por tanto contribuye al ahorro de recursos.

Carlos Alberto añade que son cinco piezas diferentes, la mayoría de lamas de falso techo, “que se ensamblan unas con otras con ajuste de ranuras, no es necesario utilizar pegamento”. Por eso prefieren esta materia prima que ahorra recursos y posee más propiedades, es flexible, resistente, de color blanco y con una superficie muy lisa.

Las puertas del taller permanecen abiertas durante el momento de creación, se escucha una música baja y de vez en cuando alguna broma de amigos, casi nunca trabajan solos, algunos familiares y amistades ayudan en lo que haga falta.

Crear para ayudar: El ensamblaje perfectoLa esposa de Eyurán y algunos amigos del barrio se suman a la producción de las máscaras protectoras porque consideran que así se sienten útiles.

“Tengo vecinos maravillosos que interactúan conmigo y se han sumado en este trabajo. Ellos me han aportado mucho, incluso hasta una niña preciosa que junto a su padre coloca las pegatinas que dicen Cuba, ACAA, Vigía, Bfc, siempre al final del proceso”, aclara Eyurán.

Carlos Alberto considera que cada minuto que dedican a esta tarea es valioso, “porque las máscaras han tenido buena aceptación, nos las piden por todos lados. Lo que más me reconforta es que tengo amigos médicos y lo agradecen mucho”.

“En medio de todo lo que está pasando, esta es nuestra forma de ayudar. Son momentos de crear y sobre todo son momentos de crear con calidad, valen la pena”, reflexiona Eyurán.

Crear para ayudar: El ensamblaje perfecto

18 mayo, 2020 Anet Martínez Suárez 0 comentarios Acaa, cárdenas, covid-19, fondo cubano de bienes culturales, Máscaras protectoras, pandemia, Salud Pública

Crear para ayudar: El ensamblaje perfecto Los jóvenes artesanos Eyurán y Carlos Alberto, del Grupo de Creación Artística Vigía, dedican buena parte de su tiempo a confeccionar máscaras protectoras para los trabajadores de la Salud en Cárdenas.

Justo en el garaje de un edificio se encuentra el taller del artesano cardenense Eyurán. A simple vista parece que todo se mantiene igual, los objetos habituales ambientan el interior del lugar y le aportan una marcada apariencia rústica, sin embargo las piezas sobre la mesa indican que ha cambiado el trabajo manual. Ahora nuevas herramientas y un montón de tiras blancas se apoderan de la mesa de trabajo para volver realidad el ingenio de los creadores.

Crear para ayudar: El ensamblaje perfecto Carlos Alberto Rodríguez Delgado (a la izquierda de la foto) y Eyurán Orlando Pagés Martínez (a la derecha de la foto).

Eyurán junto a Carlos Alberto realizan movimientos precisos con la agilidad que han ganado de la práctica constante. Uno primero marca y poncha las tiras, que pasan de una mano a la otra hasta cortarlas y procesarlas en la lijadora. Después unen las partes y las ensamblan, ponen las pegatinas, corrigen cualquier error y limpian.

Ya el producto final está listo… lo colocan en una caja, esa es la mejor parte de todo el proceso. Al fin pueden ver las máscaras protectoras terminadas para entregarlas al personal de la salud que presta servicios médicos en Cárdenas, en medio de una pandemia. Así el garaje de un simple edificio se convierte en taller y el taller en un centro de producción en serie que resguarda las vidas de quienes se arriesgan todos los días por la salud del pueblo.

DIFERENTES MATERIALES, UN MISMO FIN

Cuando algunos trabajadores por cuenta propia de la localidad comenzaron a fabricar medios de protección destinados a médicos y enfermeros que libran la batalla contra la Covid-19, Lázaro Mauricio González Artiles, director del Proyecto de Creación Artística Vigía, del Fondo Cubano de Bienes Culturales, enseguida se contagió con la iniciativa y animó a sus trabajadores a sumarse.

Esta es una de las tantas veces que el grupo de artesanos, encargado de acometer obras de construcción, mantenimiento y decoración, apoya sin ningún tipo de reparos a la Salud Pública. Precisamente la creación del parque terapéutico infantil años atrás dice de su lealtad al bienestar de la ciudad y su gente.

“Frente a la Covid-19 primero ayudamos a otros emprendedores que confeccionaban caretas, sobre todo con pegamentos, elásticos y otros materiales”, comenta Mauricio, quien refiere que al notar que la escasez de este tipo de recursos frenaba la producción ganaron en la idea de crear caretas sin estos elementos.

“Tomamos el modelo de las fabricadas por un joven cuentapropista y creamos un diseño propio. Las nuestras tienen otra solución: utilizamos la mica y recortes de lamas de falso techo, que son residuos de trabajos anteriores, este material tiene alta durabilidad, no necesita elástico porque se adapta a cualquier medida y es muy fácil de limpiar. Además creamos las pegatinas con el logo que nos identifica”, explica el también presidente de la Casa Sede de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA) de Cárdenas.

En respuesta al llamado Eyurán Orlando Pagés Martínez, responsable de brigada en obras de mantenimiento y Carlos Alberto Rodríguez Delgado, encargado de trabajos de decoración y bricolaje, detuvieron por un momento sus proyectos y pasaron dos días en el taller para fabricar las herramientas de trabajo y confeccionar las máscaras ideadas que hoy reproducen de forma seriada.

Crear para ayudar: El ensamblaje perfecto El equipo puso todo su ingenio y ganas de hacer a fin de crear un diseño propio que permita emplear determinados materiales que tienen a la mano, ante la carencia de otros, y a su vez aporte seguridad al personal sanitario.

Dadas las actuales circunstancias cada esfuerzo cuenta, eso lo reconocen ambos jóvenes artesanos, apasionados de la innovación y dispuestos a trasformar para bien lo cotidiano, incluso ante la presencia del nuevo coronavirus que amenaza con apagar cualquier costumbre o un sencillo gesto humano.

EL MAKING OF DE LAS MÁSCARAS…

Aprovechan el tiempo al máximo desde bien temprano y ponen varios trucos en práctica, solo así pueden hacer los medios de protección para el personal de la Salud con la calidad que requieren y a su vez lidiar con sus responsabilidades en el hogar como estar al lado de la familia y buscar los productos necesarios en la casa, incluso muchas veces en las agitadas colas del barrio.

Crear para ayudar: El ensamblaje perfectoRecientemente donaron un centenar de máscaras protectoras al Hospital Territorial Julio Aristegui Villamil y entregarán de forma gradual otras 100 al Centro de Neurodesarrollo y los policlínicos de cada área de Salud.

De sus manos han salido un centenar de máscaras, donadas recientemente al Hospital General Docente Julio Aristegui Villamil y ya confeccionan otras 100 para el personal del Centro de Neurodesarrollo de Cárdenas y los diferentes policlínicos.

“Confeccionamos una cizalla para cortar los elementos de manera más eficaz y rápida, también una ponchadora con la cual hacemos los agujeros por donde pasan las cintas de ajuste y se fijan el resto de los elementos, esta última perfora un aproximado de 400 agujeros en 40 minutos, dependiendo de la práctica de quien la use.

“Por lo general cada uno se especializa en una función diferente. Mira… yo replanteo y poncho. Carlitos siempre usa la cortadora. Esas actividades repetidas durante un periodo de tiempo por una misma persona permiten agilizar el proceso”, cuenta Eyurán.

Crear para ayudar: El ensamblaje perfectoLa máscara está compuesta por una mica, lámina protectora, mientras el resto de las piezas son recortes de lamas de falso techo, una solución más duradera que no requiere pegamento ni elástico, por tanto contribuye al ahorro de recursos.

Carlos Alberto añade que son cinco piezas diferentes, la mayoría de lamas de falso techo, “que se ensamblan unas con otras con ajuste de ranuras, no es necesario utilizar pegamento”. Por eso prefieren esta materia prima que ahorra recursos y posee más propiedades, es flexible, resistente, de color blanco y con una superficie muy lisa.

Las puertas del taller permanecen abiertas durante el momento de creación, se escucha una música baja y de vez en cuando alguna broma de amigos, casi nunca trabajan solos, algunos familiares y amistades ayudan en lo que haga falta.

Crear para ayudar: El ensamblaje perfectoLa esposa de Eyurán y algunos amigos del barrio se suman a la producción de las máscaras protectoras porque consideran que así se sienten útiles.

“Tengo vecinos maravillosos que interactúan conmigo y se han sumado en este trabajo. Ellos me han aportado mucho, incluso hasta una niña preciosa que junto a su padre coloca las pegatinas que dicen Cuba, ACAA, Vigía, Bfc, siempre al final del proceso”, aclara Eyurán.

Carlos Alberto considera que cada minuto que dedican a esta tarea es valioso, “porque las máscaras han tenido buena aceptación, nos las piden por todos lados. Lo que más me reconforta es que tengo amigos médicos y lo agradecen mucho”.

“En medio de todo lo que está pasando, esta es nuestra forma de ayudar. Son momentos de crear y sobre todo son momentos de crear con calidad, valen la pena”, reflexiona Eyurán.

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Por. Ulises Rodríguez Febles

TRABAJO A DISTANCIA EN LA CASA DE LA MEMORIA ESCENICA

La Licenciada Mariem Espinosa Rodríguez, especialista principal de la Casa de la Memoria Escénica, trabaja en la clasificación y digitalización del Fondo Entre Puentes (una década) donado por el periodista y promotor Fernando Rodríguez Sosa, que contiene programas de manos, invitaciones, manuscritos y recortes de prensa, de este espacio con entrevistas a personalidades de la cultura cubana de las diferentes manifestaciones.
También trabaja en la digitalización de boletines históricos de las Artes Escénicas, como La Mojiganga, Manitas en el suelo y Caricatos.
La semana que viene empezará el procesamiento del archivo de voces (clasificación) del Entre Puentes, que recoge las entrevistas realizadas por Rodríguez Sosa, a figuras como Rosa Fornés, María de los Ángeles Santana, Rogelio Blain, Carilda Oliver Labra...; entre muchos otros del mundo de la literatura, el teatro, la DANZA, la radio, el cine, la televisión, las Artes visuales y la música.

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MIRITA, LA INCANSABLE

Miriam Muñoz Benítez (Mirita) es incansable. 75 años y persiste. Es asmática y persiste. El 15 de marzo, hace hoy dos meses, estrenó con Teatro D' Sur, la obra Desastre, dirigido por Pedro Vera.
Estuvo durante meses viajando hasta Unión de Reyes, casi cuarenta kilometros, que conozco muy bien porque lo hice con veinte años. Lo hizo incansablemente.
Estrenó y enseguida cerraron los teatros; pero no su espíritu.
Siempre quiso hacer algo, cuando todas las puertas se clausuraron: echó a andar en su sede, inaugurada el 29 de enero, día de su cumpleaños, una radio base que aún se mantiene todas las noches, con dos de sus actores: poemas, fragmento de obras y canciones, spot publicitarios, un diálogo con la comunidad.
Mirita mpezó haciendo fragmentos de sus personajes en la radio: Las penas no saben nadar, Edith, La ventana tejida... Declamó poemas.
Siempre logra levantarse, crear. En su casa, sale a la calle, actúa para los vecinos, para los niños. A veces es Charlot. Otras veces es otro personajes; mientras su hija Mirita Méndez, sale a regalar muñecos a los niños.
Mirita está en la acera, su público en el portal o en las ventanas de la casa.
En realidad, podía quedarse quieta. Hay muchos que han trabajado durante su vida, entregados; pero ella se levanta, persiste, sigue viva.

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hugo garcia

Por: Hugo García

MATANZAS.— Cuando lo vi por primera vez pensé que era una personita frágil, pero Samuel David Martínez Hernández es todo lo contrario: Un adolescente fibroso, de envidiable flexibilidad y muy conversador.

Tiene doce años de edad y estudia el tercer año de ballet en la Escuela Vocacional de Arte Alfonso Pérez Isaac. En estas semanas de pandemia rectifica sus rutinas para no perder sus condiciones físicas ni el conocimiento de las obras clásicas, además de proseguir con el estudio de las asignaturas del séptimo grado.

«La idea de crear una coreografía para el pasado Primero de Mayo nació de los aplausos a los médicos. Siempre bailo en el portal de mi casa, cuando todo el barrio aplaude a las nueve de la noche».

Con ese incentivo eligió una canción optimista (Volveremos a brindar, de Lucía Gil), y montó una coreografía especial para regalar a la gente de su circunscripción, la número 45 del Consejo Popular Playa, y por supuesto que se lo agradecieron mucho.

«Las teleclases del Canal Educativo 2 me han servido para desarrollar mejor las técnicas que conocía, porque al ser impartidas por esos grandes bailarines me ayudan a perfeccionar».

Samuel ha interpretado El Cascanueces en el Teatro Sauto (monumento nacional de gran valor) y en el Cine-Teatro de Cárdenas. «En esa obra protagonizo al que rompe las nueces», detalla. También ha bailado en La Cenicienta y ha asumido el rol de acompañante en El Príncipe y en Amor y pasión, un ballet montado por su profesora.

Como ya aprobó los exámenes previos para matricular a la Escuela Nacional de Arte (ENA), está a la expectativa de cuándo terminará esta situación atípica para continuar su carrera de bailarín profesional, que prácticamente inicio desde niño, en los actos y matutinos de su escuela primaria 26 de Julio, en este mismo barrio.

Fue allí donde lo descubrió, en cuarto grado, una profesora de la escuela de arte que buscaba talentos en la provincia. Ella le propuso que pasara las pruebas de ingreso del siguiente curso y felizmente él las aprobó, por sus condiciones naturales para desarrollar ese arte. 

«Soy un admirador de Carlos Acosta; vi su película, fui al Sauto a ver funciones de Acosta Danza y quedé fascinado, al igual que cuando vino el Ballet Nacional de Cuba con su primera bailarina Viengsay Valdés. Esos son momentos inolvidables en mi formación. Me gusta todo, pero sigo prefiriendo el ballet clásico», refiere.

«Para mantenerme en el mismo peso no como tanto. Prefiero las verduras y en la escuela siempre solicito dieta», confiesa. Su meta es ser bailarín profesional y por eso en estos días entrena su flexibilidad, los saltos y la fuerza: «Soy detallista, meticuloso a la hora de ejecutar cualquier técnica. Si con esto del coronavirus no he perdido mi forma es porque todos los días practico… Sueño con interpretar el ballet El Corsario, y sobre todo ser su protagonista».

A este adolescente inquieto le gusta cantar y dibujar, pero sin duda su vida es el ballet: «Sé que es una profesión de consagración y mucho esfuerzo, pero nací para bailarín, y voy a lograrlo».

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