Según Luis Cordero Peguero, la cultura es transformación, sin perder de vista la necesaria reverencia a las raíces identitarias. “Tiene el poder de dar vida”, afirma con un convencimiento similar al de Arquímides cuando develó cómo “mover el mundo”.
Si hiciéramos una analogía, para este apasionado escritor, investigador y promotor, el arte es el punto de apoyo, la vía para trascender, para que las prácticas culturales autóctonas se abran paso con una belleza aleccionadora.