“Creo que ni cuando alcancé clasificarme a la Olimpiada me sentí tan bien, fueron sensaciones muy fuertes”, asegura Daniela Fonseca. Foto: Arnaldo Mirabal Hernández.
Quizás al verla pueda parecer difícil imaginar que esta joven de estatura mediana, de cabellos rubios, ojos vivos y sonrisa afable sea en la actualidad una de las principales figuras del tenis de mesa tanto en nuestro país como en Centroamérica.