La presencia de plantas ornamentales convida a disfrutar de la naturaleza viva y deviene tranquilidad espiritual y mental. Foto: Yenli Lemus
Li Anthony Gómez Gonzáles no se cree un genio de la electrónica, tampoco acostumbra elevarse sobre sus amplios conocimientos para mirar desde las alturas al resto de los mortales. Pero quien entable un conversación con este adolescente de 16 años sí percibirá que sus motivaciones difieren mucho de las de los muchachos de su edad.
Cuando aquel joven matrimonio decidió aventurarse en un largo viaje desde Palma Soriano hasta Matanzas, pensó que la dicha les acompañaría como con la llegada de su primogénito. Pero las cosas no siempre resultan como se planifican en la mente.
Creo que la durabilidad de las viviendas puede calcularse en cuánta lluvia soporta. Por ello, cuando me pregunten cómo es mi vivienda de diseño soviético, en vez de la retahíla de detalles que se colocan en los grupos de Compra-venta, sencillamente responderé: “500 aguaceros”. Tal vez aquel edificio colonial, que ahora convirtieron en un bar donde se vende cerveza, sea de 3 000; o el pequeño bohío donde el guajiro duerme cerca de sus cosechas, para que no se las roben, sea de 100; y así. Por ese motivo si me pidieran que describiera esa vieja casa, la única de Art Nouveau en Matanzas, solo diría: “una llovizna”.