Incansable y apasionado pudieran definir a este hombre eterno enamorado de Matanzas. Sus conocimientos lo convierten en una enciclopedia andante y antes de hablar de sí mismo prefiere conversar sobre Historia y Geografía. Leonel Pérez Orozco se entrega a su ciudad y hoy traemos su historia
Desde hace varios años para referirnos a la ciudad de los puentes tenemos que hablar del papel de la Oficina del Conservador que, junto a otras instituciones, devuelve el esplendor a la que se conoce como la Atenas de Cuba. En estas funciones destaca Leonel Pérez Orozco, un hombre incansable que a lo largo de su vida se ha entregado a la que considera su casa.
“Siempre me emocionó la historia. Recuerdo que mi padre, empresario del calzado, me contaba sobre los orígenes, la evolución y las leyendas de Matanzas. Desde que comencé a leer me interesó un libro de historia universal escrito para niños. Aquel ejemplar contenía una serie de preguntas y respuestas que resultaba ameno y enriquecedor. Nunca pude prestarlo, pero no creo que a mis amigos de aquel momento les interesara ese tipo de lecturas. Consumía cada obra relacionada con la historia y en cada libro encontraba cientos de palabras que me conducían al conocimiento primario de las cuestiones de la vida.
“Me gustaba escuchar a los viejos que conversaban cerca de mi casa pues muchos eran veteranos de guerra. Me contaban sus hazañas, cómo era el ambiente de la ciudad en aquella época y esas historias me dejaban una fotografía histórica que no se logra solo con la lectura.
“Inició entonces mi etapa de aventurero. Recorría, como muchos niños, las cuevas y creció mi espíritu por descubrir. Me convertí en espeleólogo, más tarde en arqueólogo, y gracias a ello fui testigo de varios descubrimientos aborígenes.
“Cuando en la década del 80 inicié mis estudios universitarios opté por la carrera de Geografía pedagógica. Pocos entendieron mi decisión, pero consideraba que ya conocía suficiente de historia. Ni siquiera escogí matricular en Geografía pura porque no me entusiasmaba estudiar en La Habana. Mi interés estaba en Matanzas.
“Gracias a la carrera conocí un mundo totalmente nuevo y al culminar impartí durante algunos años Historia de la Geografía. Luego llegó a mis manos el Teatro Sauto, la casa matriz de mi alma, donde pude poner en orden todos mis conocimientos. Comenzamos a investigar, a excavar y luego la restauración. Desde ese momento la exigencia fue mayor y necesité estudiar de manera profunda la historia de tan importante edificación”.
Orozco, un hombre de retos
“Soy un hombre optimista, no me vencen los problemas, los considero estímulos. Que vengan los problemas para mejorar la obra de la vida.
“Estoy escribiendo un libro que debe publicarse a finales de año, se llama Geografía integral de la ciudad de Matanzas. Es un retrato de la ciudad en el siglo y año 21 dividido en tres capítulos: Geografía Física; Historia, donde está el espíritu de esos viejitos que me contaban de sus experiencias y de las historias de mi padre; y La ciudad en la actualidad.
“Soy consciente de la estima que me tienen los matanceros. Antes de que se creara la Oficina, existían muchas intenciones y varias personas que querían hacer por la ciudad pero desgraciadamente nadie lo había logrado. Claro, no contábamos con un organismo que agrupara bajo su objeto social la transformación y gestión de los centros históricos. Por eso decidí impulsar las acciones para unir a varios profesionales. Tengo que agradecer a los ingenieros, arquitectos, historiadores y a todo el equipo que me acompaña sin los cuales esta obra no fuera posible. En ocasiones la cara que representa a esta Oficina es la mía, pero cualquier reconocimiento que se le otorgue a esta institución es gracias al trabajo de todos”.
En una entrevista que concediera durante la apertura de la Oficina del Conservador de la ciudad, Pérez Orozco expresó que la institución debía convertirse en el principal centro de gestión de la cultura donde primara la idiosincrasia nacional y la calidad. Si realizamos un recorrido por sus logros comprobamos que ha cumplido cabalmente su objetivo, por eso prefiere que lo recuerden de una manera singular.
“Quiero que los matanceros me recuerden como un hombre sencillo porque en la sencillez está la grandeza del alma de los hombres. Quiero que me recuerden como el primer Conservador de la ciudad de Matanzas, con eso me basta”. (Por: Arletis Arango Oña. Foto: Ramón Pacheco Salazar)
Acceda a la entrevista completa en nuestro podcast Palabras con sentido, disponible en :
Ivoox: https://bit.ly/3j5ucKm
