La belleza del nuevo hotel. Foto: Página de facebook de Meliá Internacional Varadero.
VARADERO.- A los 71 años hubiese llegado hoy el hotel Varadero Internacional, ese ícono de la hotelería cubana inaugurado el 24 de diciembre de 1950 y cuyo deterioro constructivo y ubicación en la misma zona de playa se esgrimieron como factores determinantes en su demolición.
Arropado por un diseño tremendamente moderno, en su lugar, más bien a 100 metros de la duna donde se situaba su predecesor, se levantó el hotel Meliá Internacional Varadero, más ancho y alto, con 946 habitaciones, superior a los antiguos 163 cuartos.
A pesar del tiempo transcurrido desde su desaparición, no pocos viajeros continúan llegando a la actual instalación, movidos por la añoranza de quien llegó a convertirse en referente de la actividad turística del principal balneario de Cuba a poco tiempo de su puesta en marcha.
William Liebow, primer dueño y fundador. Foto: Página de Facebook de Meliá Internacional Varadero.
Un día como hoy resulta ineludible regresar a los inicios del Varadero Internacional, surgido, según cuenta la historia, producto de una suerte de desquite por su dueño William Liebow, un estadounidense de origen judío a quienes le negaron hospedarse en el hotel Kawama debido a su origen étnico.
Resentido por la discriminación, Liebow decidió construir un edificio a su gusto, sitio que entró en operaciones el 20 de diciembre, para cuatro días después tener su inauguración oficial. Sin embargo, se dice, su gestión económica fue muy ineficiente, al punto de que el hotel siempre operó con grandes pérdidas económicas, cubiertas por él mismo.
Estas razones pudieron haber incidido en la decisión de vender la propiedad, que luego en 1957 fue adquirido por Hoteles Internacionales S.A., la última operadora antes de ser nacionalizado en 1960.
Renovado constructivamente, primero en 1983 y luego en 1991, fue en 1999 cuando se realizaron cambios sustanciales en la decoración y algunas remodelaciones en sus obras civiles. Pasó entonces un largo período sin mantenimientos profundos y el consiguiente deterioro, fundamentalmente de sus redes hidráulicas, lo que lo llevó a un proceso gradual de descomercialización.
Varadero Internacional tenía aún un problema grave, que en sus inicios era su principal atractivo. Estaba casi encima de la duna, lo que dañaba a la playa, el recurso número uno de Varadero.
Se convirtió en un ícono de la hotelería cubana. Foto: Página de Facebook de Meliá Internacional Varadero.
Pese a que muchas personas no vieron con simpatía la demolición, incluido arquitectos, ingenieros y otros entendidos en la materia, el testigo de múltiples sucesos vinculados con la historia cultural y épica de Cuba, pasó a mejor vida.
El lugar favorito de artistas de renombre, quienes solían presentarse en el cabaré Continental, una de sus áreas más conocidas y muy concurrida durante varias décadas, quedaba hecho polvo.
En un área distante de la playa, pero en el considerado mejor tramo de mar de los 22 kilómetros de este paraíso de agua, se levantó el actual Meliá Internacional de Varadero, inaugurado el 14 de septiembre de 2019, ceremonia a la que asistieron el presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez y el presidente y fundador del grupo hotelero Meliá, Gabriel Escarrer.
En los años iniciales de su puesta en marcha era visitado principalmente por turistas norteamericanos. Foto: Archivo del Meliá Internacional.
Considerado hasta la fecha como el más moderno del balneario matancero, en mayo del 2020 recibió la categoría de Construcción Sostenible, certificación emitida por la consultora especializada Breeam International, galardón que evalúa indicadores como gestión, innovación, emisiones contaminantes, gasto energético y de agua, usos del espacio y ecología.
A la vuelta de 71 años, el nuevo Internacional es un hotel que hospeda a viajeros de muchas naciones, incluidos a los cubanos, mercado que ocupa una posición de privilegio entre sus clientes, entre los que sobresalen los de La Habana.
