Este año la jornada por el Día Meteorológico Mundial tiene como tema Alerta temprana y acción temprana, con énfasis en la necesidad de la información meteorológica, hidrológica y climática para reducir el riesgo de desastres, proteger los medios de subsistencia de las comunidades y la vida de las personas.
El cambio climático ha provocado en las últimas décadas, en nuestro país y en el mundo en general, que fenómenos meteorológicos tales como tormentas eléctricas, sequías, incendios forestales, huracanes e inundaciones resulten más recurrentes y extremos cada vez, por lo que su repercusión en la humanidad es mayor.
El Día Meteorológico Mundial se estableció el 23 de marzo con el objetivo de conmemorar la puesta en marcha del Convenio para la creación de la Organización Meteorológica Mundial, cuyo propósito es asegurar el bienestar, protección y seguridad de toda la humanidad.
La celebración busca crear conciencia sobre la importancia de la meteorología y la hidrología para el equilibrio medioambiental y todas las actividades que realiza el hombre en el planeta, así como para la continuidad de la vida tal y como se conoce hasta ahora.
Además del cambio climático, en la ocurrencia de desastres inciden también el crecimiento demográfico, la degradación del medio ambiente y la urbanización descontrolada en muchos lugares del orbe.
Por ello las predicciones no bastan. Es vital desarrollar sistemas de alerta temprana, para estar preparados y ser capaces de actuar en el momento oportuno. (ALH)
