El parhelio es un fenómeno óptico, poco común, se trata de dos resplandores que se forman a ambos lados del Sol cuando hay un cierto tipo de nubes, generalmente, a la derecha e izquierda del astro. Como todos los fenómenos ópticos, se trata sólo de una percepción visual y subjetiva del observador, provocada por la refracción de los rayos solares sobre los cristales de hielo con apariencia hexagonal, en las nubes tipo Cirrus, estos actúan como prismas, refractando los rayos del Sol.
Las nubes cirrus se forman en la capa alta de la troposfera, entre los 8 y 12 kilómetros de altura y están constituidas por pequeños cristales de hielo. Esto es debido a que las temperaturas a estas alturas se encuentran entre los -40 y -60 grados Celsius. Su espesor es tan pequeño que deja pasar la luz solar, por lo que no provocan sombras. Durante el día son blancas, al atardecer, al incidir sobre ellas la luz crepuscular, presentan un color amarillento o rojizo, al anochecer adquiere tonalidad gris.
Este fenómeno se produce bajo unas determinadas condiciones meteorológicas. No siempre se ven los dos parhelios; muchas veces sólo hay cirros en un lado del Sol y sólo se forma uno, como el observado hoy. Tampoco tienen el mismo aspecto. A veces los parhelios aparecen como una mancha luminosa con forma redonda, como un Sol menos brillante; otras veces aparecen más alargados en sentido vertical y se descomponen en los colores del arco iris. En esta ocasión se observó como un pequeño fragmento de arco iris, pero no se deben confundir con éste, pues los parhelios siempre aparecen junto al Sol, mientras que el arco iris aparece en el lado del cielo opuesto al Sol.
La palabra parhelio proviene del griego (para-helios) y se puede interpretar como “semejante al Sol”.
Uno de los primeros parhelios de los que se tiene constancia documental se remonta al 20 de abril de 1535 en Estocolmo. El fenómeno que asombró a los suecos fue plasmado en el cuadro Vädersolstavlan (en español: “Pintura del Parhelio”).
Se cree que es la representación más antigua en color de la ciudad de Estocolmo, probablemente, también la primera pintura sueca de un paisaje y la más antigua representación de un Parhelio.
La pintura se le atribuye a Målare Urbana, la original se perdió, pero la actual es una copia de 1636 de Jacob Heinrich Elbfas, que se guarda en la catedral de San Nicolás (Storkyrkan) en el centro de Estocolmo. El lienzo lleva el nombre de los parhelios, en sueco Vädersol significa “sol del tiempo”.
Halo solar visible en La Habana
Este miércoles también se observó un halo solar en La Habana, un fenómeno meteorológico-óptico formado a partir de la presencia de nubes Cirrus.
“No es de los más impresionantes… pero vale la pena verlo, con cuidado”, escribió en su cuenta en Twitter el meteorólogo Elier Pila. (RPB)
Tomado de Radio 26Henry Delgado Manzor
