Al dedillo conoces la historia. Fue ese interés desmedido por buscar el origen de aquel libro; de la piedra encontrada en medio de la nada; del hombre que lo dejó todo, para acabar con la esclavitud de otros; del monumento levantado para alabar a las madres, erigido en el medio de una ciudad… Fue todo esto lo que te llevó a investigar y volverte un referente en la materia, te llevó a volverte historiador.
Comenzaste en tu rol, aún sin nombramientos. No hay evidencia de historiadores en las primeras civilizaciones, pero sí quedaron constancia de tus acciones, en cronologías antiguas de Mesopotamia. Dicen que el griego Herótodos fue tu padre, por aquella obra crítica conocida como Historias. Desde entonces fueron muchos sus hijos, que se extienden por todos los rincones del planeta.