Hace años, 20 años exactamente, entrevisté a Manuel Hernández, el querido Manuel de Matanzas, del dedeté, de todos… porque celebrábamos con mucha alegría su arribo a las seis décadas de vida.

Hace ahora apenas unos días, el 2 de enero, ese mismo, pero más inmenso Manuel, cumplió 80 años. El tiempo no ha borrado, ni ha cambiado, la forma de pensar y de asumir la vida de este pequeño gigante de la gráfica y el arte cubano.

Manuel comenzó a hacer caricaturas desde muy joven, cuando estaba en el Servicio Militar. Al licenciarse, el dedeté fue su casa de siempre. Llegó el retiro y regresó a su Matanzas natal. Aunque en los últimos lustros dedicó mucho más de su tiempo a la cerámica y la pintura, nunca dejó de hacer caricaturas.

Con el fin de facilitar la conclusión del fallo del jurado del XIX Con­curso Nacional de Poesía Regino Pedroso, los organizadores de este certamen decidieron posponer la premiación para el venidero 3 de marzo (viernes), en ocasión del ani­versario 127, natalicio del autor de Salutación fraterna al taller mecá­nico, publicado en el año 1927, con el que en Cuba se inició la poesía de corte social e intensidad política, desde un enfoque y con el espíritu propios de la estética vanguardista.

Pocos lo conocen por Yasmani, pero si decimos Yass Beltrán seguramente más de uno se ha topado con su nombre en los créditos de Tras la huella. A Matanzas vino hace poco y, entre ensayo y ensayo para una obra de teatro, nos contó un poco sobre su vida, desde su época de estudiante hasta los proyectos por cumplir.  

YASMANI LLEGA A LA ACTUACIÓN

“Ahora me gusta más la actuación, pero antes me gustaban el baile y el canto. No tenía conocimiento de qué cosa era actuar. En la escuela participaba en matutinos; lo que hace todo el mundo, doblar artistas, hacerme el cómico. Yo era deportista, tenía una preparación más física que actoral”, cuenta recostado a un asiento cerca del escenario del Biscuit. 

“Hoy nos enfrentamos a la colonización cultural, que es global y que tiene en Cuba un blanco predilecto”, afirmó Rogelio Polanco, jefe del Departamento Ideológico en el Comité Central del Partido, durante su participación en la reunión plenaria de la filial matancera de Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).

“Existen ejemplos de que se puede hacer más en medio de las limitaciones y buscar alternativas a los problemas —aseguró el dirigente político—. Este sector tiene potencialidades para generar ingresos que contribuyan a su sostenibilidad, aunque el presupuesto del Estado siempre estará a su disposición, eso se demostró durante la etapa de la pandemia”.

Conversar con Mery es algo natural. Ella tiene la maña de romper el hielo con un chiste y hacer que los minutos pierdan peso. Desde su cama me muestra los hematomas del accidente en moto que sufrió apenas unos días atrás, pero no para provocar lástima. En sus palabras se percibe la fuerza de una mujer que sabe levantarse y seguir dando guerra.

En Contreras No. 28007, justo detrás de la parada de ómnibus peor ubicada del centro de Matanzas, nos tropezamos con las puertas cerradas de un museo que lleva más de dos años en espera de mantenimiento.

“Esta es la Sala I, Arte Universal y Cubano, que específicamente era lo que se exponía aquí, pero lleva cinco años cerrada por restauración”, nos comentó la guía al tiempo que avanzábamos por un estrecho pasillo.

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