Crónica de domingo: Chismógrafo
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En mi secundaria algunas muchachas convertían una libreta, de esas con el búho con birrete en la carátula, en un chismógrafo. En la primera hoja constaba una especie de encuesta que tú debías responder. Primero les correspondía a las preguntas de identificación: ¿Cómo te llamas? ¿Cuál es tu edad? Luego les tocaba a aquellas por las cuales el cuaderno adoptaba su nombre: ¿Quién te gusta? ¿“Zorreas” con alguien? ¿Con quién del aula quisieras marcar? ¿Has hecho el amor?