Aseguran que Fidel en su juventud fue un pelotero aceptable, hay una gran cantidad de juegos, incluso publicados por la prensa en los que tomó parte frente a equipos de calidad, la mayoría después del triunfo revolucionario. En uno de esos juegos tuve el privilegio de participar como su receptor en un encuentro escenificado en Santa María del Mar, a principios de 1965 y que ganó siete por cinco.