“Caballeroooo, no me empujen… Oye niñaaa, yo voy primero que tú… Aquí nadie puede guardar asiento, así que ubícate que este es mío… A mí qué me importa, ese es tu problema”.
Aunque parezca parte del guión de un material audiovisual, estas expresiones conforman la esencia del transporte público en la actualidad, y que la mayoría escuchamos y vivimos varias veces en el día.