Zenén Calero está en la Acaa, exponiendo Color de Cuba con figuras y vestuarios de la puesta de Teatro de Las Estaciones Concierto de amor en un barrio barroco, que protagonizara el músico William Vivanco, bajo la dirección de Rubén Darío Salazar, junto a los actores del colectivo.

Sólo basta mirar desde la Calle Medio hacia el interior de la galería, y enseguida te sumerges en el universo de colores que te entrega Calero Medina, en esta muestra personal donde predominan el azul del mar y la fuerza del sol, atrayente, sugestiva, simbólica.

Cuando se piensa en Frankentein, de manera casi instantánea la imagen que nos formamos hace alusión a una figura zombificada, sin emociones humanas y un tanto terrorífica. Uno, para bien o para mal, siempre crea expectativas sobre libros, personas o cualquier cosa capaz de adoptar cualidad. Al empezar a leer este volumen, es inevitable que persista dicho retrato, pero tanto la agradable pluma de la autora como la capacidad de identificarnos con el “monstruo” va desdibujando todo rastro del prejuicio.

Cuando terminó el primer capítulo de El derecho de soñar tomé el teléfono y empecé a buscar datos de la radio cubana que antes de la puesta en pantalla de este producto audiovisual desconocía.

Seguramente no fui la única y muchos indagaron en Google sobre la historia de María Valero, la CMK o RHC Cadena Azul, o buscaron más información de El derecho de nacer, una radionovela que paralizó a Cuba el pasado siglo y de la que la mayoría hemos oído hablar, sin importar de que generación seamos.

Son las 9 y 15 de la noche del 27 de julio de 1993, por unos segundos se detiene el cronómetro, la respiración… En Salamanca, durante la celebración del Gran Premio de la Diputación, Javier Sotomayor Sanabria ha vuelto a romper su propio récord en salto alto y ha implantado una nueva marca: un 2.45 metros que en aquel momento parecía imbatible y que tres décadas atrás continúa convirtiéndolo en una verdadera leyenda dentro del atletismo mundial. 

Ante la gigantografía que cubre una de las paredes principales de la Sala del Deporte del Museo Municipal de Limonar, es fácil revivir los gritos, los aplausos y la euforia con que se celebró la gloria del hijo más ilustre de este terruño matancero. Es posible imaginar por qué se ha ganado el epíteto del “Tigre de Limonar”… 

El matancero Callejón de las Tradiciones tuvo este sábado un ajetreo diferente. Los festejos por el Día de los Niños trajeron al lugar la algarabía de infantes, motivada por las presentaciones del proyecto sociocultural X amor a mi raíz, unidades artísticas de la Casa de Cultura Bonifacio Byrne y el espectáculo infantil Barquito de Papel, actividades que contaron con visitantes especiales: representantes de la Unicef Cuba.

Modelaje, música, danza y juegos de participación, esos últimos de manos del elenco dirigido por Fara Madrigal, además del entretenimiento, llegaron cargados de mensajes que fomentaban, incluso, el amor y el cuidado de la naturaleza.